El cineasta estadounidense Spike Lee brindó públicamente un emotivo y, a la vez, crítico discurso contra el racismo tras la oleada de protestas que se vive en Estados Unidos después de conocerse la muerte de George Floyd a manos de policías blancos en Minnesota.
En el alegato apareció Donald Trump, presidente estadounidense, que fue tildado por el director de cine de «hijo de…».
Según manifestó, Trump -aunque no dijo expresamente su nombre- «tuvo la oportunidad de decir que todo es cuestión de amor y no de odio, pero no denunció a los hijos de puta del Ku Klux Klan ni a la extrema derecha ni a los nazis», dijo entre aplausos.
Además, advirtió: «Eso de que Estados Unidos es la cuna de la democracia es estupidez: se construyó sobre el genocidio de los nativos y la esclavitud«.
Además, aseguró que, «esta mierda», está ocurriendo «en todo el mundo». «La mierda de la extrema derecha está en todo el mundo. Y tenemos que despertar, no podemos quedarnos callados», indicó, haciendo hincapié en que «no es asunto de negros o blancos, sino de todos».
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